En pleno siglo XXI todavía
no comprendo como un Ser Humano Adulto, Racional, Maduro e Inteligente –o SHARMI
para simplificar- puede tenerle miedo a un bichito, a un insecto.
La lógica dice que el SHARMI
entiende que la criatura es inofensiva, que tu vida no está en riesgo. Y sin
embargo el miedo está. No te quedás tranquilo. Querés que se vaya.
Una vez estaba dando clases
y entró una abeja al aula. Los chicos hicieron un espamento bárbaro (pero
bueno, no son SHARMIs) y acudieron a mí. Vale aclarar en este punto que soy un
pésimo referente, una maricona total que le tiene miedo a los bichos, a los
perros, a los dentistas, a la sangre y a las montañas rusas. Puse cara de superada y les dije: Ay chicos,
es una abejita, ya se va a ir. Y por dentro al borde de las lágrimas, rogaba que
por favor se vaya YA.
Pero bueno todo esto viene a
que… (¿A qué viene? ¡Ah, sí!) Ya me han orientado acerca de otros protocolos y
quiero saber: Ante una situación de bicho (entiéndase abeja, araña, cucaracha…),
¿cuál es el protocolo para “atacarlo”? ¿Quién se supone por mandato social que
deba ser el “héroe”?
Otros somos más constantes y no somos machos nunca.