En pleno siglo XXI todavía
no comprendo como un Ser Humano Adulto, Racional, Maduro e Inteligente –o SHARMI
para simplificar- puede tenerle miedo a un bichito, a un insecto.
La lógica dice que el SHARMI
entiende que la criatura es inofensiva, que tu vida no está en riesgo. Y sin
embargo el miedo está. No te quedás tranquilo. Querés que se vaya.
Una vez estaba dando clases
y entró una abeja al aula. Los chicos hicieron un espamento bárbaro (pero
bueno, no son SHARMIs) y acudieron a mí. Vale aclarar en este punto que soy un
pésimo referente, una maricona total que le tiene miedo a los bichos, a los
perros, a los dentistas, a la sangre y a las montañas rusas. Puse cara de superada y les dije: Ay chicos,
es una abejita, ya se va a ir. Y por dentro al borde de las lágrimas, rogaba que
por favor se vaya YA.
Pero bueno todo esto viene a
que… (¿A qué viene? ¡Ah, sí!) Ya me han orientado acerca de otros protocolos y
quiero saber: Ante una situación de bicho (entiéndase abeja, araña, cucaracha…),
¿cuál es el protocolo para “atacarlo”? ¿Quién se supone por mandato social que
deba ser el “héroe”?
Otros somos más constantes y no somos machos nunca.
Si es algo "normal" (una luciérnaga, una libélula) se procede a:
ResponderEliminar*Modo bolsa: una de esas de Coto/Carrefour/Chino del barrio, plash sobre el bicho (sin aplastarlo" y deirecto afuera del depto o lugar de trabajo.
Si es cucaraaacha apestosa (que son todas), arañas o demás insectos "espeluznantes"...se procede a:
*Correr, ok, no es muy de macho, pero la salvación es 100% segura
*Agarrar una zapatilla (que nunca está a mano) o un palo (mientras más largo, mejor) o reírnos (temblando cuando se acerca)
Yo prefiero el método Fer: vaaaamos mi perrito!!! y el susodicho can ataca al insecto que ruede por el piso...chanclazo si está en la pared.
Dichoso tú que tienes can.
EliminarTendrían que inventar una especie de mano matamosca con palo extra largo para los cobardes.
Vos sos una fiesta p'al psicólogo, sufrís hemofobia, kloosterbofobia, y además entomofobia... :p
ResponderEliminarMi relación con los bichos es según mi estado de ánimo, lo tengo comprobado. Si me siento bien de ánimo te estrujo una cucuaracha sin asco, pero en esos días de melancolía, te salgo corriendo como si hubiera visto un fantasma.
Tuve también unas cuantas situaciones de aula con bichos, arañas, ratas, cucarachas, lagartijas... Pero en esos casos, siempre me sale ser el pastor del rebaño, ningún lobo asustará a mis ovejas... (Eso de matar un bicho en el aula y ver la cara de admiración de los chicos, no tiene precio, fuiste Superman por 10 segundos. Ja!)
Y con respecto al protocolo, si le tenés miedo a los bichos, yo creo que lo mejor y más seguro, como ya te dicen en el comentario de arriba, es correr... Soldado que huye, sirve para otra guerra... También podés pagarle a un psicólogo para que te saque la fobia, pero es más caro :p
Perdone mi ignorancia, como decía Jorge Luis, qué es SHARMI?
kloosterboerfobia, jajajjaja!!!
EliminarEl tema del aula es una apuesta a todo o nada, porque si no te sale bien más que como Superman quedás como Superbolú.
Está bien lo de correr, pero si es en la propia casa de uno... no sé...se complica.
(SHARMI es una sigla que acuñé para la RAE: Ser Humano Adulto Racional Maduro e Inteligente. Ponele.)
Mi vieja me mandaba a matarlos a mi desde que tenía 2 o 3 años, porque a ella le daba miedo, supongo que el protocolo es es, tenés que tener un pibe a mano.
ResponderEliminarSonamos no tengo ni perro ni pibes.
EliminarBah sí, en el colegio hay varias especies.
El segundo párrafo del presente post es una verdad absoluta, o le pega en el palo. Si bien no son insectos propiamente dichos (contra los cuales no suelo demostrar temor) a mí los sapos (y/o ranas, vaya uno a saber la diferencia -ya los escuerzos sí son otra cosa, por su tamaño-) me siguen generando una parálisis general tal y como me sucedía de más pequeño... al menos en un primer momento; en cuanto razonos como un SHARMI y tomo el coraje suficiente, suelo elegir entre dos opciones: los dejo vivito y coleando si veo que puedo continuar mis actividades sin que me molesten demasiado :P o bien, intento atraparlos con bolsas y/o baldes o algún otro elemento que permitar capturar a los susomentados animales para luego arrojarlos lo más lejos posible, o lo de algún vecino ausente.
ResponderEliminarSaludos.
Sir.
Las verdades absolutas no existen. Esa es la verdad.
EliminarLo "bueno" de tu miedo es que en la ciudad no hay tantos sapos, justamente por eso es que hay tantos insectos.
¡Saludos!
Jajaja, después de ver la foto quiero que Rambo venga a matar las cucarachas a mi casa (no consigo que se vayan las muy guarras, me pululan por el cajón de los cubiertos, a veces hasta vienen a morir entre los tenedores).
ResponderEliminarNo me gustan los insectos ni bichos, pero soy incapaz de matarlos, así que cuando te entre la abeja no me llames.
Besito
Hola Eva tanto tiempo!! ¡¡Cómo estás!!
EliminarY claro, las muy turras de las cucas ya se dieron cuenta que sos incapaz de matarlas y ahí las tenés, haciendo la porquería a cielo abierto. ¡Qué injusticia!
Besos no te pierdas!