viernes, 10 de junio de 2011

Protestar o No protestar, that is the question.

¿Qué debe hacer uno ante una situación en la que se siente "molestado"? Momentos en los que tenés claro que protestar no va a cambiar la situación pero necesitás decir algo al respecto. Como que el mensaje es “No es que soy boluda y no me doy cuenta lo que está pasando, yo entiendo perfectamente lo que estás haciendo y me dejo forrear, que no es lo mismo.”
Uno siente cierto desahogo al protestar, pero si no hay ningún tipo de esperanza de provocar un cambio en la situación, ¿para qué protestar?



6 comentarios:

  1. Voto por hacerse el boludo y cagarse en lo que el resto crea. 9 de cada 10 situaciones adversas pueden resolverse haciendose uno el boludo.
    Aparte, por lo menos a mí, me da una satisfacción privada y secreta: "Me hice el boludo olímpicamente y vos te crees tan pija, gil!. Te la comiste doblada".
    Nada de esto sirve si uno lo hace sin tener un objetivo propio, muchas veces maquiavélico y en algunos casos, francamente perverso.

    ResponderEliminar
  2. Yo me quejo igual. No sólo porque es mi deporte preferido, si no porque si no, después me la agarro con todo aquel que se me cruce. Y estoy harta de que mis amigos y familia me digan "dejá de taladrarme el cerebro".

    Por eso nomás, eh.

    ResponderEliminar
  3. El desahogo es importante,me sube la presión cuando alguien se cree más inteligente de lo que es(incluso me doy mis propias dosis de humildad cada tanto).

    ResponderEliminar
  4. Hay q quejarse porque todavía es gratis, coño! Es buenisimo cuando uno se hace bien el pelotudo y se va silbando bajito. Adhiero a Balconcito.

    Beso y buen finde!

    ResponderEliminar
  5. O sea, desahoguemosnón carajo!
    Importante: protestar a la persona en cuestión, no a la vieja al lado nuestro en el colectivo por ejemplo, como hacen las viejas.
    Ahora que lo pienso: protestar, es de vieja?

    ResponderEliminar
  6. Yo ya me había hecho esa pregunta.
    ¿Para que protestar, si haciéndolo no cambio nada?
    Entonces siento que todo me da igual, casi no me enojo, parece como si me fumase un troncho todos los días.
    Hasta que protesto por algo que si puedo cambiar.
    Ahí, agárrate.
    Saludos!

    ResponderEliminar