Dice Wikipedia en el versículo XXL:
Oblación (del latín oblatĭo, Ofrenda), es un término para referirse a una ofrenda o sacrificio que se realiza a una divinidad. Este sacrificio, en un sentido más primitivo, corresponde a la ofrenda de un don perceptible por los sentidos, como manifestación externa de la veneración hacia el dios, aunque puede tener connotaciones más espirituales y abstractas.
Nos mirábamos con cada vez mayor frecuencia e intensidad. Cerré la puerta varias veces para dejar de verlo. Él estaba sufriendo y eso a mí me hacía mal. Después de todo no soy de piedra: yo también tengo sentimientos.
Se hacía cada vez más evidente la necesidad de realizar un sacrificio para alcanzar la paz entre ambos. Venía dudando pero de repente, en un rapto de ilucidez*, como poseída y en una especie de rito satánico acabé con su sufrimiento. No tenía opción.
Cacé una cuchara y en una ceremonia sencilla pero no menos conmovedora, me terminé el pote de dulce de leche.
QEPD.
* La RAE continúa negándose a aceptar terminología tan evidentemente necesaria como ilucidez.
No nos dejes caer en la tentación, líbranos del mal, amen. Ahora entiendo un poco más las raíces profundas de mi ateísmo. Saludos van, Vale
ResponderEliminarJe je, me ha encantado, y que cierto, yo siempre pienso que para evitar la tentación y la obsesión que produce, lo mejor es caer en ella, si encima se le adorna como un ritual de sacrificio ni te cuento
ResponderEliminarUn beso
Vos estás segura que lo que esta comiendo es dulce de leche?
ResponderEliminarNo!!! Terminar el frasco de dulce de leche (del bueno) es lo peor para mí... Es que acá no se consigue el "la serenísima estilo colonial" que es el que a mí me gusta, venden uno pedorro, que no tiene nada que ver, igual lo compro porque es lo que hay y sin dulce de leche no se puede vivir.
ResponderEliminarDe vez en cuando encuentro quien se apiade de mi carencia de buen dulce de leche y me traen un la serenísima de Argentina, pero lo que te digo, cuando llega el momento de la última cucharada, la sufro...
Sandra: He aquí una agnóstica, pero... que las hay, las hay (cuando conviene).
ResponderEliminarImagina: Totalmente: si no puedes contra ellos, únete a ellos. Y a hacer angelitos con el dulce.
Gustavo: Sí, totalmenchi. (y en este momento no me ves, pero estoy poniendo cara de Homero cuando le hablan de "Hamburgo")
Eva: ¡Pobre! Yo viví un año en Inglaterra y estaba tan desesperada que intenté cocinarlo. Después conseguí unas latas de Nestlé, como las de leche condensada, pero de dulce de leche. ¡Es lo que había!
Besos todos, gracias por pasarse
:)