(Advertencia: Comentario escatologico) es simple, todos tenemos derechos a tirarnos pedos, y todos tenemos derecho de poder respirar aire puro, entonces podes tirarte pedos mientras que no limites el otro derecho, lease podras hacerlo en un ambiente abierto. Y con este ejemplo digno de maxima zorriyeta me retiro sin antes decir que el derecho del lector a no leer algo repugnante lo respete a poner la aclaración. Fin de la trasmision.
NsNc: No entiendo de qué hablás: las minas no nos tiramos pedos ni hacemos popó. Somos seres delicados y nuestro cuerpo sólo expulsa suaves y perfumados pétalos de rosas. Quizás vos te referías a los hombres, ¿no? ;)
Ni bien vi la foto pensé en la calle de los izquierdos. (Necesito tratamiento, no? :P) Para mí siempre fue una tontería, eso de que mis derechos terminan donde empiezan los de los demás, es una frase con poco sentido. La realidad es que "vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseaos"
Depende, soy mas de creer que mis derechos no terminan nunca, igual que la de mis semejantes, sino mas bien son derechos iguales y que no deben porque pisarse entre si. Es una lectura indigenista y latinoamericanista del derecho, y decirlo me hace sentir como un intelectualoide interesante asi que lo digo :P
Qué pregunta Vale!!!
ResponderEliminarDonde termina la calle terminan tus derechos...
Yo prefiero pensar que los derechos de los demás terminan donde empiezan los míos.
ResponderEliminarY los zurdos?, este post es claramente discriminativo, lo voy a denunciar al INADI y vuelvo.
ResponderEliminarEva: Entonces me voy a fijar si es mano o contramano :S
ResponderEliminarAurelianito: Interesante.
Gustavo: También discriminamos a los torcidos, ponéle. Aquí lo esperamos.
¡Beso!
Para mí que era así: mis derechos empiezan donde terminan los otros... ¿no?
ResponderEliminar(Advertencia: Comentario escatologico) es simple, todos tenemos derechos a tirarnos pedos, y todos tenemos derecho de poder respirar aire puro, entonces podes tirarte pedos mientras que no limites el otro derecho, lease podras hacerlo en un ambiente abierto. Y con este ejemplo digno de maxima zorriyeta me retiro sin antes decir que el derecho del lector a no leer algo repugnante lo respete a poner la aclaración. Fin de la trasmision.
ResponderEliminarUno siempre salta diciendo estos son mis derechos...!! mi derecho empieza aca...pero donde empieza el derecho del otro???
ResponderEliminarBigote: ¿Los otros qué?
ResponderEliminarNsNc: No entiendo de qué hablás: las minas no nos tiramos pedos ni hacemos popó. Somos seres delicados y nuestro cuerpo sólo expulsa suaves y perfumados pétalos de rosas. Quizás vos te referías a los hombres, ¿no? ;)
Esquina48: Y... depende del otro...
Está compliqueti.
;)
Los derechos de los otros. Pero igual ahora ya no sé. Tengo una laguna!
ResponderEliminarNi bien vi la foto pensé en la calle de los izquierdos. (Necesito tratamiento, no? :P)
ResponderEliminarPara mí siempre fue una tontería, eso de que mis derechos terminan donde empiezan los de los demás, es una frase con poco sentido. La realidad es que "vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseaos"
Depende, soy mas de creer que mis derechos no terminan nunca, igual que la de mis semejantes, sino mas bien son derechos iguales y que no deben porque pisarse entre si. Es una lectura indigenista y latinoamericanista del derecho, y decirlo me hace sentir como un intelectualoide interesante asi que lo digo :P
ResponderEliminarQue onda todos tenemos los mismos derechos
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